Artículo en Gestión.
Es alarmante que en la última década no hayamos logrado acortar la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el Perú. Las mujeres, en promedio, siguen ganando S/ 7 por cada S/ 10 que ganan los hombres. Normas o leyes dirigidas al sector formal, aunque bienintencionadas, abarcan solo al 25% de las mujeres que trabajan.
Conocer las causas de este problema es fundamental para dirigir los esfuerzos. Además, es importante reconocer que este debe ser un trabajo conjunto. Necesitamos políticas públicas integrales que nivelen el piso para las mujeres, tanto antes como durante su paso por el mercado laboral (educación sexual, guarderías, licencia de paternidad extendida). Asimismo, es importante que las empresas valoren el trabajo, el potencial y la productividad independientemente del género.
Pero el cambio va más allá de leyes y políticas, requiere transformar nuestra manera de pensar y de actuar como sociedad. Cambiar cómo vemos el rol de las mujeres en nuestro entorno y en nuestras familias y asumir una carga equitativa de las labores domésticas es esencial para comenzar a cerrar esta brecha.
Avanzar en este frente no solo promoverá la equidad y la justicia, que es y debería ser un fin en sí mismo, sino que también nos permitirá explotar un potencial desaprovechado.