Artículo en Gestión.
Hugo Santa María, socio y economista jefe de Apoyo Consultoría, conversó con Gestión sobre las olas que el país debe transitar en los próximos años, sobre todo, de cara a las elecciones del 2026.
“¿Por qué no crecemos más?”, se cuestiona Santa María. Frente a ello considera que hay una política de muy baja visibilidad y degradación de los servicios que limitan al país.
-Tras la recesión, ¿cómo se vio el primer semestre del año?
“La economía está más fuerte (que antes), pero sigue débil”. Uno ve un segundo semestre de mejor comportamiento en varios mercados de consumo, la inversión va a cerrar el año “en azul”, pero ¿por qué a pesar de eso, la economía sigue débil?
Por el lado de los ingresos de las familias, ingresos por trabajo, seguimos a niveles casi similares a los del 2019. Si se analiza el PBI per cápita, en términos reales, en los últimos cinco años, estamos en línea prácticamente plana.
-Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), dijo a Gestión que el poder adquisitivo recién lograría llegar a su nivel prepandemia en el 2025. ¿Por qué nos ha costado tanto?
Cuando nos golpeó la pandemia, pensamos que nos iba a costar unos tres años. No imaginamos que nos iba a costar casi seis años. Hay varios factores. Si uno ve hacia atrás, Perú ha sido golpeado por todo tipo de shock. La pandemia, El Niño, y por supuesto la política.
Ha sido una conjunción de factores a lo que se ha sumado algo que nos viene carcomiento: la degradación y deterioro de la gestión pública y la provisión de servicios.
Pensamos que el Perú puede crecer, con un mundo tranquilo, entre 2.5% – 3%; y 2.6% para el 2025. Para los próximos años puede aumentar entre 2.5% y 3%. ¿Por qué no crecemos más? Por esta política de muy baja visibilidad y la degradación de los servicios.
-¿Hoy el empresario confía lo suficiente para invertir más en el país?
Hay un convencimiento de que, a pesar de la incertidumbre política, de la política de baja visibilidad, las empresas, las organizaciones y el país tienen que avanzar. No van a cerrar. Todos quieren crecer, pero, todo es más lento y difícil. En el camino, algunos esfuerzos públicos dejan de darse.
-¿A nivel del Gobierno nacional?
Tendemos a hablar de los presidentes, del Poder Ejecutivo, pero este deterioro de la administración es a todo nivel. Por ejemplo, si uno quiere sacar una licencia, debe lidiar con incertidumbre en las municipalidades, que a veces aplican la norma de otra manera o, como se ha visto en la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), emiten ordenanzas que supuestamente son ilegales y hay que negociar.
Hay un convencimiento de que hay que seguir invirtiendo, generando empleo y tratando de crecer. Pero, las trabas son muchas y hace que la gasolina no sea suficiente.
-¿Cuál es el rol que desempeña el Congreso de la República?
Siempre se dice que el Congreso es populista. Pero, el populismo apunta a darle a las personas lo que quieren tener, causa beneficios de corto plazo, pero costos de largo plazo. Sin embargo, veo un Congreso, aunque no todos los congresistas, egoísta e individualista. En la agenda regulatoria del Parlamento, no siempre hay populismo, a veces hay intereses que son rarísimos de interpretar.
Dicho esto, sí genera un problema. Desde el punto de vista de la economía, uno de los pilares fundamentales de la estabilidad financiera y macro, ha sido la disciplina fiscal. Cuando uno ve la foto, Perú aún tiene ratios razonables. Pero, el Parlamento aprueba una serie de normas que simplemente son iniciativas de gasto.
Hemos hecho un cálculo bien fácil, normas ya aprobadas o por aprobarse por el Congreso equivalen a unos 10 puntos del PBI. No todas se pagan en un año, pero dejan gastos u obligaciones creadas.
Después, tienes una hiperactividad regulatoria del Congreso, a nivel sectorial, mala. Hoy el Parlamento aprueba poco más de 25% de normas por insistencia, en contra de las opiniones técnicas del Ejecutivo. Eso sí introduce incertidumbre.
-Excluyendo al mismo Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), todos los analistas están de acuerdo con que no se cumplirá las reglas fiscales este año (el “techo” es 2.8% del PBI). De hecho, se ha criticado este incumplimiento, ¿están siendo muy duros los cuestionamientos?
No creo que se esté siendo muy duro. Si ves instituciones como el Consejo Fiscal están haciendo su labor y lo que les corresponde es poner luz sobre los riesgos.
Hay algunos que miran la foto del déficit fiscal y otros que miramos la película. Este año, según Apoyo Consultoría, el déficit va a estar alrededor de 3.5% del PBI. Es el más alto en los últimos 25 años, sin contar la pandemia. Si ves otros países, nos vemos bien comparativamente, pero la película lo que muestra es un lento deterioro.
-Para el próximo año, hay un mejor panorama para el déficit fiscal. Pero, ¿es algo permanente o será un “hipo” del 2025?
Para el próximo año, nuestra proyección de déficit fiscal es 2.2% del PBI. La autoridad podría decir: “Tantas críticas, pero hemos bajado de 3.5% a 2.2% del PBI”. Pero, ese 2.2% es con precios de metales históricamente altos y con ingresos interesantes por una operación particular. Sin estos dos efectos, estamos por encima del 3% del PBI otra vez. Perú hoy debería estar con déficit más bajo.
Hay dos preocupaciones. Un lento deterioro, aunque no es para estar desesperados; y un deterioro en la composición del gasto. ¿Me preocupa que Perú pierda grado de inversión? Sí.
-¿Diría que ya la inseguridad es un factor de riesgo para la inversión?
Sí. Algo que me está pasando muy frecuentemente es que inversionistas del exterior o los jefes regionales o globales de las empresas internacionales que operan en el Perú comienzan a preguntar (sobre este tema). Cuando les preguntas a las personas por sus preocupaciones principales, está trabajo y seguridad. Para las empresas también está en el “top 2″.
-El próximo año inicia la etapa preelectoral. ¿El Gobierno de Dina Boluarte tiene espacio para hacer reformas? ¿Cuál sería la reforma que podría dejar la presidenta?
¿La que ella podría dejar? Creo que ninguna. La que yo quisiera que deje es la reforma política. Todas las reformas requieren visión de largo plazo, discusión técnica con responsabilidad. Por eso, necesitamos una reforma política, esa es la (reforma) cero.
-Algunos prevén nuevas rebajas de la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed). ¿Están ustedes en esa línea?
Es difícil anticipar a la Fed, pero pensamos que vamos a ver dos rebajas este año. No creo que la Fed sea muy rápida en reducir sus tasas. Como buenos banqueros centrales son cautos. Nuestro BCRP también es cauto. Nosotros estamos esperando (en Perú) una tasa de interés de 5% para este año y 4.5% para el próximo.
Remuneración Mínima Vital: “La Remuneración Mínima Vital (RMV), desde el punto de vista estrictamente económico está mal. Alcanza a un porcentaje pequeño de personas, es una medida que solamente tiene beneficios políticos”, comentó Santa María. Agregó que a la gran mayoría de peruanos un ajuste en la RMV le es indiferente o los perjudica. “Es justo para los pocos que se benefician, pero es injusto para aquello que se alejan de la formalidad o simplemente salen”, apuntó.
“Llegaremos ganando lo mismo que hace 5 años”
De cara a un año preelectoral, Hugo Santa María, dio una mirada a las oportunidades de corto plazo. “Con todos estos proyectos de infraestructura parados, hay una oportunidad rápida de generar crecimiento y empleo”, apuntó.
Recordó que hay proyectos de infraestructura, como los de irrigación, que podrían acelerarse. A esto se suma que este mundo complicado puede ser una oportunidad para el Perú porque “estamos bien parados en términos de acuerdos comerciales, de posición geográfica, oferta de productos”.
“Tenemos todo para intentar sacarle uno o dos puntos más al crecimiento económico. Nuestro principal reto es poner en valor esas oportunidades”, remarcó.
Aquí aparece otra pregunta: ¿con qué ánimos llegarán los peruanos a las elecciones del 2026? La población va a llegar preocupada por la inseguridad y la economía familiar.
“Al 2025, el PBI per cápita recién va a estar 2 puntos porcentuales por encima del 2019. Es decir, prácticamente igual. Los peruanos vamos a llegar ganando más o menos lo mismo que hace 5 años y generando ese ingreso con empleo de menor calidad. Porque el principal generador de empleo es la inversión privada y esta tiene miles de obstáculos para desarrollarse”, advierte.
Ante la consulta sobre qué le preocupa a Santa María como persona, respondió que “es que el Perú se quede en esta trampa siempre”.
Antes el país crecía al doble de América Latina y generaba empleo al doble. Ya no, estamos en el promedio. Perú se ha vuelto un país promedio. No nos podemos estacionar con estos niveles de ingresos, esta calidad de empleo, esta calidad de ingresos y esta línea de pobreza”, finalizó.