Increase in the ISC: An ineffective measure that would not achieve its objective

Esta semana, el Ministro de Economía ha actualizado el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) sobre los cigarrillos, el tabaco, la cerveza y otras bebidas alcohólicas. Con este impuesto se pretende desincentivar el consumo de productos considerados poco saludables y potencialmente nocivos para la sociedad cuando son consumidos en exceso. Este ajuste, que se postergó de manera excepcional en 2023 debido a la debilidad económica y a la elevada inflación, se ha retomado siguiendo la normativa vigente, que establece la revisión del ISC a principios de cada año. Entre estos productos, el precio de la cerveza experimentará el mayor ajuste, con un incremento del 2,6%, mientras que el resto de bebidas alcohólicas tendrían aumentos inferiores al 1,5%. 
 
Desde APOYO Consultoría consideramos que el aumento del ISC es ineficaz. Este impuesto grava más las bebidas con menor contenido de alcohol. Esto podría generar un efecto contrario al previsto, ya que podría ser perjudicial para la salud al crear incentivos para optar por bebidas con mayor contenido de alcohol o por bebidas alcohólicas informales. Además, no se espera que este cambio impositivo suponga una contribución significativa en los ingresos fiscales, dado que el ISC sólo representa el 10% de la misma. 

El ISC es desproporcionado en su aplicación entre las bebidas alcohólicas. Esto se debe a que el impuesto grava el volumen vendido y no el contenido de alcohol. Según un estudio de APOYO Consultoría (2020), la cerveza paga 3,1 veces más ISC por litro de alcohol que otras bebidas, a pesar de que su contenido de alcohol es 7 veces menor, en promedio. Esto contradice las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere que la carga del ISC se base en el contenido alcohólico de la bebida. 
 
El aumento del ISC sería contraproducente. Podría desplazar las preferencias de los consumidores hacia bebidas alcohólicas con mayor contenido de alcohol y bebidas alcohólicas informales. Este escenario es especialmente preocupante en Perú, donde el alcohol informal representa aproximadamente el 30% del consumo total. Además, se estima que alrededor del 10% de los hogares que consumen bebidas formales podrían empezar a optar por informales, con efectos potencialmente nocivos para la salud de las personas, sobre todo para las familias de menores ingresos. 
 
Más aún, el incremento del impuesto podría afectar la recuperación económica de los pequeños negocios, pues desincentiva el consumo de cerveza. Según una encuesta de Ipsos del 2023, en Lima Metropolitana, casi todas las bodegas venden cerveza y es uno de sus principales productos. Además, representa, en promedio, alrededor del 25% de sus ingresos. 

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